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Breve presentación de la terapia de aceptación y compromiso

En esta página se hace una breve introducción a la terapia de aceptación y compromiso. Se introduce el contexto histórico en el que surge y se plantean los procesos básicos en los que actúa, los pasos de la terapia y la forma de aplicarla.

Introducción a la terapia de aceptación y compromiso

 

 

El contexto histórico

La característica fundamental de la terapia cognitivo conductual es que busca su validación empírica a través de experimentos controlados en la línea de cualquier otra disciplina, fundamentalmente la medicina.

Las terapias de moda hasta los años 50 del siglo XX, como el psicoanálisis, partían de la introspección sobre la cual es muy difícil hacer experimentos controlados. Surge así la reacción de la terapia de conducta, que se centra en las conductas observables y deja a un lado aquellos conductas privadas que un observador externo no pueda controlar. Por ello se dejaron de tener en cuenta los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones. Pese a ello, consiguió resultados espectaculares en muchos campos y, sobre todo, estaban controlados. A finales de los años 60 y principios de los 60 surge la revolución cognitiva por parte de A. Beck y de Ellis fundamentalmente. Con ella se empiezan a tener en cuenta los pensamientos desde el punto de vista de su lógica y su racionalidad. Estas terapias consideran que los problemas psicológicos provienen de los pensamientos irracionales y proponen métodos para identificarlos y modificarlos. La forma de conseguir la modificación de los pensamientos es fundamentalmente conductual. La validez de esta terapia para problemas de depresión, ansiedad, etc. ha sido ampliamente demostrada empíricamente.

A la terapia puramente cognitiva basada en la disputa de los pensamientos irracionales se le ha achacado siempre que ha sido su parte conductual la clave de su éxito. En el caso de la depresión, los experimentos de Jacobson (2000) sobre los procesos que subyacen en su tratamiento cognitivo conductual lo han demostrado y así ha surgido la terapia de la activación conductual para la depresión.

A partir de los años 90 han surgido una serie de terapias basadas fundamentalmente en que el tratamiento se ha de hacer cambiando el contexto y proporcionando una experiencia  de cambio, son las terapias contextuales y experienciales como la dialéctica conductual de Linehan, la Analítica Conductual de Kohlenberg, la terapia de pareja integradora de Jacobson y Christensen, la terapia cognitiva basada en la conciencia plena de Segal Williams y Teasdale. En este espectro destaca la terapia de aceptación y compromiso ACT. Se pronuncia act (acto en inglés) y no se deletrea (a ce te), para destacar que es una terapia conductual.

La base teórica

La terapia de aceptación y compromiso (Hayes, Strosahl, y Wilson, 1999; Wilson y Luciano, 2002, Hayes, Strosahl, y Wilson, 2011) parte del descubrimiento de nuevas formas de aprendizaje en los seres humanos; que, cuando adquirimos el lenguaje, somos capaces de aprender a derivar relaciones arbitrarias entre estímulos y a responder a ellas. Hayes, Barnes-Holmes, y Roche (2001) han desarrollado la teoría de los marcos relacionales que explica esos descubrimientos y propone que ese aprendizaje desarrolla el pensamiento humano. Podemos ver una breve introducción a esta teoría en este enlace.

Basándose en esta teoría se puede abordar la modificación de los eventos privados de la persona que había sido dejado de lado en la terapia conductual clásica. La diferencia entre la terapia de aceptación y compromiso y la terapia cognitiva reside en que esta se dirige al contenido de los pensamientos, tratando de conseguir que sea racional, mientras que la terapia de aceptación y compromiso pretende cambiar la función del pensamiento, es decir, la conducta que la persona tiene cuando aparecen en su cabeza.

Desde este punto de vista, la terapia de aceptación y compromiso se encuadra dentro del conductismo radical, que considera los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones como conductas y, como tales, sujetas a las mismas leyes de condicionamiento operante o clásico que cualquier otro comportamiento, añadiendo el condicionamiento propuesto por la teoría de los marcos relacionales.

La psicopatología en la terapia de aceptación y compromiso y su tratamiento

Para la terapia de aceptación y compromiso la psicopatología, es decir, el sufrimiento adicional al inherente a la vida, aparece cuando falta flexibilidad psicológica, es decir, cuando no tenemos capacidad o no sabemos elegir libremente la conducta que queremos realizar en un contexto determinado.

Los procesos psicológicos que producen rigidez psicológica son (Hayes et al. 2004):

  1. La evitación experiencial, es decir, no querer experimentar los pensamientos, recuerdos, sentimientos, sensaciones y emociones que nos aparecen en un determinado contexto.
  2. No vivir el presente. El pensamiento nos lleva al futuro o al pasado y podemos estar viviendo en lo que nuestros pensamientos nos reproducen, en lugar de vivir en el presente que es donde realmente se produce nuestra vida.
  3. La falta de claridad con los propios valores. Nuestros pensamientos nos indican qué dirección queremos tomar en la vida, es decir, hacia donde queremos dirigir nuestra conducta. Las consecuencias deseadas a largo plazo son los valores que marcan el rumbo que queremos seguir. Cuando no hemos definido esas direcciones o no las seguimos por la causa que sea, se produce rigidez psicológica.
  4. La falta de compromiso y determinación para seguir los propios valores e intereses.
  5. La fusión con el contenido de nuestro YO en lugar de vivir nuestro YO como contexto. La defensa por encima de nuestros intereses de un concepto de nosotros mismos, es decir, de nuestro YO, en lugar de ser conscientes de que somos el contexto en el que se dan nuestras experiencias y que, desde este punto de vista, trascendemos nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones.
  6. La fusión con nuestro pensamiento. Cuando lo que marca nuestra conducta por encima de nuestros intereses y de lo que nos indica el contexto es lo que condiciona nuestro comportamiento, es cuando se produce una fusión con nuestro pensamiento que produce rigidez psicológica.

Estos procesos están todos interconectados de forma que, por ejemplo, la fusión con el pensamiento está presente en la fusión con el YO como contenido, impide vivir el presente, nos aleja de nuestros valores, y es un componente de la evitación experiencial.

El objetivo de la terapia de aceptación y compromiso es eliminar la rigidez psicológica para lo que propone la práctica de los procesos básicos que  potencian la flexibilidad psicológica: la aceptación, vivir el presente, la definición y el compromiso con los valores elegidos libremente, vivir la experiencia del yo como contexto y la desactivación del pensamiento (cognitive defusion). Estos procesos, igual que los que producen la rigidez, están totalmente relacionados (Hayes et al, 2004).

Los procesos básicos que conducen a la flexibilidad psicológica son:

  1. Aceptación: abrirse a sentir las emociones desagradables para poder centrarse en la consecución de los objetivos y valores presentes en la situación. No es resignarse ni aguantarse; sino centrarse en lo que se puede controlar y dejar de intentar controlar lo que no se puede.
  2. Desmantelamiento del pensamiento (defusion) (Luoma y Hayes, 2003). Se trata de tomar distancia y no seguirlos sin tomarse el tiempo necesario para reflexionar y actuar de forma acorde con los objetivos que se persiguen en ese momento.
  3. Vivir el presente. Llevando la atención a lo que está ocurriendo y sintiendo en ese momento, lo que nos permite actuar de forma más eficiente.
  4. Elegir nuestros valores. Eligiendo las consecuencias deseadas a largo plazo en cuya consecución vamos a invertir la mayor parte de nuestros esfuerzos.
  5. Compromiso con nuestros valores.
  6. Vivir el YO como contexto. Somos el contexto en el que se dan nuestros procesos privados.

Pasos de la terapia

Aunque la terapia de aceptación y compromiso se realiza de forma flexible, propone una serie de pasos que no se dan de forma secuencia, sino que se realizan todos a lo largo del tratamiento:

  • Análisis funcional. Que incluye la evaluación de cómo el paciente está llevando a cabo los procesos básicos que conducen a su rigidez psicológica.
  • Fijación de los objetivos terapéuticos. El paciente va con la idea de que se le enseñe a controlar los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones que le hacen sufrir; pero, realmente, su sufrimiento más importante está en que ha abandonando las cosas a son más fundamentales para él en la vida o las ha aplazado para cuando solucione su problema psicológico. El objetivo terapéutico que propone al paciente la terapia de aceptación y compromiso consiste en centrarse en paliar el sufrimiento que supone el abandono de la lucha por los propios valores.
  • El pacto sobre el objetivo terapéutico se potencia por medio del proceso de desesperanza creativa, que consiste en mostrar al paciente que los intentos de control de los eventos privados (pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones) no le ha llevado más que a aumentar de manera muy importante su sufrimiento. , se trata de hacerle comprender que los intentos de control del sufrimiento no son la solución, sino que potencian de forma tremenda el problema. Se le propone que abandone lo que no le ha funcionado y busque otra alternativa diferente que es la que propone esta terapia y que le llevará a reducir de forma fundamental su sufrimiento psicológico. Desde este punto de vista la terapia de aceptación y compromiso no considera que el paciente esté enfermo, sino atrapado por una serie de conductas que le producen un gran sufrimiento psicológico.
  • Se aplican los procesos psicológicos que llevan a la flexibilidad psicológica. Se hace de forma experiencial, es decir, se le proponen ejercicios para que experimente qué ocurre cuando abandona la lucha contra la vivencia del sufrimiento. También se emplean metáforas que permiten al paciente transformar su visión de los problemas basándose en experiencias ya vividas.

Cómo aplicarlo a los pacientes

Como herramientas propias de la terapia de aceptación y compromiso están las metáforas y los ejercicios experienciales.

En el libro "Entiende y maneja tu ansiedad" puedes encontrar un ejemplo muy claro de cómo se trasmiten estas ideas a los pacientes.

9/6/2013

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