En esta página se muestran los estudios que se están realizando para demostrar la eficacia de la terapia de aceptación y compromiso y cómo van creciendo en los últimos años exponencialmente. Se menciona también el reconocimiento que va obteniendo de las organizaciones profesionales. La base de su éxito está en su política de compartir sus avances y su disposición a someterse al escrutinio de los investigadores
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Cada tres meses se informa del estado de la investigación sobre la terapia de aceptación y compromiso (https://contextualscience.org/state_of_the_act_evidence). En el informe correspondiente a diciembre de 2020, se indica que se han realizado 430 ensayos clínicos aleatorizados, en los que han participado en total más de 41.000 personas, un número extraordinario en la psicología clínica que requiere una participación activa y larga de los pacientes
Hasta finales de 2020 ya se han realizado 135 metaanálisis y revisiones sistemáticas basados en los ensayos clínicos aleatorizados .
Es importante destacar que la inmensa mayoría de los estudios se han hecho desde 2015 y el número de ensayos clínicos aleatorizados lleva un crecimiento exponencial. El primer artículo fundacional de la terapia de aceptación y compromiso fue escrito en 1985. sin embargo, el despegue de la investigación se cifra en 2015, porque, mientras, los profesionales que la han desarrollado se han centrado en basarla filosófica y teóricamente, y han ido desarrollando métodos específicos, para, finalmente, aplicarlosla a los problemas psicológicos concretos, lo que permite su validación experimental.
Una característica de esta investigación es que cubre una amplísima variedad de campos de aplicación (clínico, educativo, trabajo) y de problemas psicológicos tratados.
Estos datos muestran que la terapia de aceptación y compromiso tiene una base experimental extraordinaria y que ha generado un gran interés en todos los campos de la psicología aplicada. Lo ha conseguido con una política que facilita la difusión de técnicas, estudios, teorías, etc. completamente abierto. En https://contextualscience.org están prácticamente todos los artículos relevantes que se han escrito y una gran cantidad de material que permite a cualquier persona interesada acceder a ellos y formarse con un coste de acceso mínimo.
Ha sometido sus métodos al escrutinio de los profesionales e investigadores y ha rechazado repetidamente convertirse en una marca registrada, de forma que cualquiera puede decir que practica la terapia de aceptación y compromiso, bajo la responsabilidad de su buen hacer profesional, sin que nadie se lo vaya a impedir legalmente y solo se le pide la veracidad y el esfuerzo en avanzar y aprender que se le supone como profesional.
La psicología clínica basada en la evidencia ha avanzado mucho en los últimos años y ACT tiene como política básica demostrar su eficacia experimentalmente.
Hay que tener en cuenta que ACT se centra en la mejora global de la vida de la persona (su flexibilidad psicológica) y no en una serie de síntomas asociados a un trastorno psicológico específico, lo que añade dificultad en el reconocimiento de su eficacia, si se mide solamente por la mejora de los síntomas. Sin embargo ha conseguido demostrar su eficacia en una gran variedad de trastornos,. por ejemplo, en el dolor crónico ha logrado un gran reconocimiento, a pesar de que no va dirigida a paliar el dolor, sino a mejorar la vida de la persona.
Las diferentes asociaciones profesionales van reconociendo la valía de ACT. Por poner un ejemplo, la Asociación de Psicología Americana la ha evaluado en su división 12 en los siguientes campos:
Moderado no significa que se tenga dudas de su eficacia, sino que no existen todavía suficientes estudios que la demuestren del todo.
Un reto importante que tiene ACT es mostrar que aporta ventajas sobre la terapia cognitivo conductual actual, que lleva ya muchos años demostrando su eficacia, aunque ACT se considera una terapia cognitivo conductual. Por eso, son interesantes los estudios clínicos aleatorizados que la comparan con la terapia cognitivo conductual. Los estudios comparativos con la terapia cognitivo conductual clásica muestran una eficacia similar, con ventajas de ACT en diversos aspectos como la adherencia de los pacientes al tratamiento, y la mejora general en la calidad de vida de los pacientes. También aporta a los terapeutas herramientas eficaces novedosas.
Febrero de 2021